¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un trastorno que ocasiona
dificultades para leer y escribir en personas con una historia de escolaridad
regular, con un coeficiente intelectual normal y sin daños neurológicos que
causen estas dificultades.
Hay estadísticas que apuntan que la dislexia
afecta en algún grado a entre un 10% y un 14% de la población infantil y
adulta.
¿Qué consecuencias escolares puede tener la
dislexia?
Leer no es una tarea fácil. Hay que reconocer las
palabras escritas y relacionarlas con su significado. El lector inexperto
dedica buena parte de sus esfuerzos a la primera parte: reconocer las palabras.
Lo hace letra a letra, sonido a sonido. Le quedan pocos recursos, pues, para
comprender adecuadamente textos largos o complejos. Con la práctica, el lector
acaba reconociendo las palabras conocidas a simple vistazo. Gana velocidad y
dedica la mayoría de sus recursos a comprender el significado del texto.
Los niños con dislexia tienen dificultades para
reconocer las letras y, por lo tanto, palabras, y les cuesta ganar precisión y
velocidad en la lectura. Esto afecta a la comprensión del texto. Y si falla la
comprensión del texto el lector pierde una herramienta importante de
aprendizaje autónomo.
Es fácil comprender que debido a estas
dificultades, a muchos niños con dislexia no les guste leer. La falta de
motivación hace que lean menos y cuanto menos leen menos progresan como
lectores. Entramos en un círculo vicioso difícil de romper.
¿Qué soluciones hay?
El diagnóstico precoz resulta capital.
Especialmente en los casos de dislexia poco severa hay tratamientos bastantes
efectivos en los estadios tempranos de aprendizaje de la lectura.
El problema es que no siempre resulta fácil
diagnosticar la dislexia puesto que los errores que cometen los niños con
dislexia son habituales entre los lectores principiantes, tengan o no algún
tipo de trastorno. Inversiones, efecto espejo, sustituciones y aproximaciones
son algunos de estos tipos de error que persistirán o desaparecerán con la evolución
del lector según sea o no disléxico.
Un equipo
de la Universidad de Twente, en Holanda, ha diseñado la tipografía Dyslexie que maximiza las diferencias
entre las letras y reduce la posibilidad de confundirlas. A pesar de que
todavía están estudiando la magnitud y el alcance del efecto de usar esta
tipografía, los primeros resultados indican que los niños con dislexia cometen
menos errores cuando leen textos escritos con este tipo de fuente.
Desde VOXPRIMA colaboramos con este grupo y editamos nuestros cuentos con esta tipografía. Lo que convierte nuestros libros en una herramienta nueva para trabajar la lectura con niños que presentan dificultades para identificar las letras con precisión.
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